Capilla A Gouxa
Las capillas son pequeños templos independientes de las iglesias parroquiales que pretendían, como indica el término diminutivo derivado de la palabra latina “capa”, dar cobijo y protección religiosa a su entorno debido a creencias, apariciones, bondades naturales o actividades humanas allí desarrolladas. Este último caso es el que explica la de A Gouxa, en el camino real por el que discurrían los arrieros a través de las altas montañas del centro de Galicia llevando sus productos entre ciudades y comarcas. Aquí hacían una parada en la feria tradicional que, desde el medievo, se viene celebrando en este asentamiento, obteniendo amparo religioso para el buen discurrir de sus compras y ventas.
La utilidad de la capilla ha cambiado, pues ya no actúa como centro de devoción, ni alberga nada en su interior que dé testimonio de su hagiografía o advocación. Se trata de un edificio simple, que no se diferencia en mucho de los próximos, utilizado como estos para actividades agropecuarias. En todo caso, conserva su planta rectangular de pequeñas dimensiones y en un solo espacio abierto, una palmaria austeridad ornamental, habitual en estos casos, y un piso terrero. Ha perdido su espadaña, seguramente de una sola campana en origen, habiendo sido ampliadas las características pequeñas ventanas laterales. La entrada es lo único que nos hace pensar en la antigua función, con un arco de medio punto que habla de su antigüedad, además de un alero que separa el edificio primigenio de una ampliación posterior. Su tejado a dos aguas presenta en el interior un soporte de vigas y tijeras sobre las que se dispone un entramado de puntones y listones.