Peto de Ánimas S. Martiño
Los petos de ánimas son manifestaciones del culto a los muertos y sus almas. Emplazados a la orilla de los caminos, en encrucijadas y sedes parroquiales, tienen la función de recordar a los caminantes el sufrimiento de las almas en el Purgatorio, solicitando la ayuda de los vivos en forma de oración y limosnas, tanto en metálico como en especie, con las que poder sufragar misas en su memoria, de ahí el nombre de petos (huchas). El de San Martiño, en la parroquia de Bidueiros, está muy bien conservado. Cuenta con una base cúbica rematada en forma de mesa, no conteniendo el habitual rebaje para el peto. Sobre la misma, el cuerpo central es monumental y realizado en piedra granítica, contando con dos partes: una profunda hornacina que hace de capilla, en la que se encuentra una imagen de obispo con mitra y báculo, todo cerrado mediante una verja de hierro que cubre el hueco; y un arco de medio punto, que enlaza con un pequeño frontón que conserva esta forma. El conjunto está coronado por la típica cruz de piedra, en este caso octogonal, sobre un capitel cúbico, rebajado en las aristas casi hasta su parte superior, con la que engarza mediante transiciones en punta de flecha.